Las bajas temperaturas de invierno son todo un dilema para el bienestar de nuestras guaguas. Los recién nacidos poseen un 40 o 60 % menos de masa muscular, así que como madres debemos protegerlos de todos los riesgos que trae esta estación.
Muchos personas evitan salir a la calle en invierno, sobre todo con un bebé, sin embargo lo mejor que podemos hacer es adaptarnos a la situación y tomar las precauciones necesaria. El invierno puede ser muy frío, pero no deja de ser una estación. A continuación te enseñamos todo lo que necesitas hacer para mantener a tu bebé protegido de las bajas temperaturas.
¿Cómo vestir al bebé en invierno?
A simple vista, se puede pensar que abrigándolo lo suficiente es la manera adecuada de protegerlo, sin embargo es uno de los primeros errores. El método adecuado consiste en vestir al bebé por capas, tres para ser exacto (si la ropa es de algodón mucho mejor). La distribución seria de la siguiente manera:
Primera capa: consiste en utilizar ropa flexible, que se adapte a su cuerpecito fácilmente. Esta capa ayuda a alejar el sudor del cuerpo del bebé, ya que si el sudor se enfría, se correría el riesgo de que termine cogiendo un resfriado.
Segunda capa: la segunda es una vestimenta un poco más abultada y gruesa que la primera, manteniendo así el calor corporal.
Tercera capa: la última consiste en colocar prendas de ropa que sean una o dos tallas mayores que la habitual, protegiéndolo así de la humedad y de cualquier tipo de ventisca.
Se deben analizar muy bien las situaciones para no abrigar en exceso al pequeño. Otra opción sería solo vestirlo con dos capas y utilizar un saco para sillas de paseo o una capita que lo abrigue del viento y del frío mientras está en su silla.
También debemos tener en cuenta que la hidratación es un tema importante. Con tantas capas de ropa lo ideal es mantener la piel de bebé hidratada constantemente, por lo que las cremas neutrales para recién nacidos son perfectas.
Protege las zonas importantes
Sus extremidades son la zonas más importantes que debemos abrigar, ya que son extremadamente sensibles. Las orejas, la nariz, las manos y los pies se enfrían más rápido que el resto del cuerpo, por lo cual debemos mantener estas áreas protegidas.
Hay muchas prendas que son perfectas para proteger al bebé, sin embargo, las básicas son los gorros grandes que suelen cubrir las orejas, guantes, calcetines gruesos y algún atuendo que cubra su cuello, ya que algunas bufandas pueden incomodarle o llegarle a asfixiar.
¿Cómo saber si el bebé tiene frío?
Las extremidades son las zonas más propensas a enfriarse. Por esta razón no debemos confiar mucho en ellas para verificar la temperatura del recién nacido. Los lugares más adecuados para identificar la temperatura corporal son la nuca, la frente y el cuello.
Debemos estar atentas y chequear constantemente si las zonas señaladas están frías o sudadas para, luego, actuar en consecuencia.
La temperatura ideal en el hogar
Una temperatura de 23°C o 24°C es la ideal para protegerlo de las bajas temperaturas que trae la estación. Sin embargo, el sistema de calefacción tiende a resecar la piel y las fosas nasales, lo cual puede ser nocivo para el pequeño. Un humificador es suficiente para solventar esta situación.
Reduce la frecuencia y el tiempo de baño
Es muy aconsejable teniendo en cuenta las bajas temperaturas habituales de la temporada. Un baño al día de unos diez minutos o menos es lo ideal.
Evita cambios bruscos de temperatura
Hay que evitarlos en la medida posible, pero no solo los cambios que se podrían producir al salir a la calle con el pequeño, también se deben evitar los cambios de temperatura en el hogar. El momento del baño es uno de ellos.
Las primeras horas del día y la noche es cuando normalmente la temperatura es mucho más baja, así que durante esas franjas debemos abrigar muy bien al bebé siguiendo el consejo de las capas de ropa, a la vez que chequeamos su temperatura corporal a menudo. Si observamos que nuestro hijo tiene calor, podemos retirarle una capa.
Presta atención a su piel
Lo que puede parecer exagerado, está lejos de serlo. Los casos de hipotermia en infantes son toda una realidad. Estos normalmente se deben a la exposición de bajas temperaturas sin el abrigo correcto.
Una de las maneras de identificar si el bebé posee una temperatura demasiado baja es chequear rápidamente su piel, la cual se pone fría, de un color rojo o extremadamente pálida.
El invierno a pesar de traer temperaturas muy bajas y un frío abrumador, no deja de ser una estación, la cual se puede disfrutar si tomamos las precauciones necesarias.
Fuente: todomaternidad.eu